EDIFICIO RESIDENCIAL EN ALMERE
El paisaje holandés parece estar formado por dos planos de agua: la tierra húmeda y plana y un cielo cercano, nublado y pesado.
Para este solar, situado en las afueras de la ciudad, cerca del mar y con vistas a una reserva natural, el municipio de Almería busca un edificio que, además de experimentar con nuevas tipologías de vivienda, consiga ofrecer una imagen icónica en el entrada a la ciudad.
En el entorno suburbano, donde el coche es el medio de transporte habitual, parece existir la sensación de vivir demasiado cerca del suelo. El edificio se separa de esta condición para permitir disfrutar del paisaje alfombrado por viviendas de uno o dos pisos.
Como si tomara una franja de ciudad y se enroscara sobre sí misma, el edificio funcionalmente es un híbrido en el que conviven habitantes, trabajadores y visitantes, así como vehículos, bicicletas y peatones, persiguiendo la idea de vivir en el aire, entre dos planos de agua.