En la calle Justiniano, un edificio acoge a la misma familia desde su construcción allá por 1880. Desde entonces, sucesivas generaciones han contemplado la evolución de la ciudad desde un mismo enclave, acumulando recuerdos entre sus muros. El final del siglo XIX, la república, la guerra civil, la dictadura, la transición, estos y otros episodios dejaron huella tanto en el edificio como en sus habitantes, quienes se ocuparon de mantenerlo lo mejor posible hasta que fue inevitable llevar a cabo una reforma integral que le permitiría seguir en uso otros cien años más.
La rehabilitación ha contemplado reformas de todos los aspectos principales como la consolidación de sus elementos estructurales, la renovación de todas las instalaciones, la sustitución completa de la última planta o el cambio radical de las distribuciones interiores. Sin embargo, todo esto se hizo con el máximo cuidado y respeto a la construcción original, buscando restaurar y reutilizar al máximo los elementos existentes, para que sus habitantes puedan seguir viviendo en un lugar que les seguirá siendo muy familiar.
12 de abril de 2011
Alberto Nicolau
Madrid, España