FESTIVAL CONCÉNTRICO
En todas las culturas, la artesanía popular ha producido objetos cotidianos cuya elaboración sencilla y delicada desprende una belleza fácil de apreciar sin necesidad de reflexión intelectual. Esto es algo que Soetsu Yanagi analiza de forma correcta y precisa en la belleza de los objetos cotidianos (Yanagi, 2021). Destaca las cualidades positivas de estos objetos prácticos, que son bellos casi sin querer, a diferencia de los productos más aristocráticos de las bellas artes. Son objetos ejecutados de forma directa, sencilla, resistente y honesta. Por tanto, su belleza puede describirse como total, natural, espontánea, como si fuera el resultado de una especie de gracia inconsciente. Son obras realizadas con una actitud libre, que no busca justificarse, con tanta sencillez y alegría como caminar. «Entre las grandes obras del pasado, está claro que las más espléndidas son las producidas por la artesanía popular».
La construcción de este tipo de objetos presta especial atención al material utilizado; «Se podría decir, en efecto, que no se trata de que el objeto artesanal encuentre el material más adecuado, sino que es el material el que encuentra el objeto adecuado». El material extiende su influencia a la forma y los patrones de los objetos entre los que se establece un vínculo inextricable. Las materias primas no deben concebirse como mera materia física, ya que contienen en su interior la voluntad de la naturaleza. Y es la naturaleza la que dicta la forma y el patrón que debe asumir un material. No se puede lograr nada bueno ignorando sus dictados.
La propuesta de este pabellón se inspira en la cestería, una de las técnicas artesanales más antiguas y extendida en todas las culturas. Técnicas artesanales milenarias, extendidas en todas las culturas, y que tiene especial arraigo en La Rioja. Su objetivo es adquirir las cualidades positivas descritas anteriormente. Se construye exclusivamente con las tablas que ofrece el patrocinador, cortándolas y ensamblándolas sin necesidad de otros elementos. Cada tabla de 250x120cm se corta por su lado corto en dos trozos, uno de 160cm de largo y el otro de 90cm de largo. Cada una de las piezas de gran tamaño permite realizar 8 lamas de 15x160cm. Con esta única pieza de longitud constante se construye una «cesta» por montaje directo a partir de un único tipo de unión. Las piezas restantes de 90x120cm de cada tablero se utilizan para la construcción de la base y accesos. Se utiliza el material previsto sin agotarlo por completo. El resultado es un objeto simple pero vibrante que cambia constantemente con la luz. Será un espacio versátil en el que exponer información, atender visitas u organizar pequeñas reuniones con facilidad.